Relatos del Terremoto, por Elliott Quijada desde la Cárcel de Valparaíso.

1.- 03:30, el terremoto en el modulo 111, desperté y pensé que hasta ahí llegaba, me vestí tranquilo. Todos en la pieza tranquilos. Alguno oro, yo invoque a Odín.
Los choros (reincidentes)del modulo 113, se pusieron a gritar asustados y a orar, pero eso no era Fe, era puro miedo. Ahí no más quedaron los choros, caga’os de miedo, nuestro modulo mucho más digno.
Preocupados por lo que pasa afuera.

2.- Con los compañeros de pieza creamos un sismógrafo con una botella de “Japi Lima-limón” con agua. Nos avisa hasta los temblores que no percibimos y cuando viene una replica fuerte. Quizás la armada se interese en nuestro invento, ya que andan puro dando jugo previendo el tsunami.

3.- Se cayeron casas, locales, iglesias antiguas, se hicieron pebre carreteras, puentes, edificios aun no entregados; el mar lanzo botes, pesqueros, dio vuelta casas y mojo un par de leones; saqueos a diestra y siniestra, flaites que se pelaron televisores plasmas por que “tenían hambre”, pero lo que más me dejo perplejo fue el gitano que iba en su camioneta y cuando se le acerco el periodista para entrevistarlo; se quejo que se le había caído la carpa!!! Como diría condorito ¡PLOP!

4.-Aquí en la cana esta llena de palomas, las que se posan en los bordes de los módulos, son muchísimas. De repentes todos, como a una sola orden, emprenden el vuelo. Allí sabemos que de seguro viene una replica.
Miramos la botella “Japi” y nos marca la intensidad.